LOS ÁNGELES.— Cuando Jim Carrey vio terminada la primera versión de Los fantasmas de Scrooge, se asustó al ver el gran parecido físico que tenía con su padre al encarnar a Ebenezer Scrooge, personaje principal de esta cinta navideña, que se estrena el 6 de noviembre en nuestro país.
“¡Fue realmente impactante! Sé que a mi familia le va a dar un ataque cardiaco cuando vea el gran parecido que tengo con mi papá! ¡Y que conste que no estoy hablando de un mal humor que se aprecia en Ebenezer Scrooge, pues sí creo que mi papá es la versión feliz del personaje! Así que ya me pude visualizar y ya sé cómo voy a estar cuando esté viejo.
“¡Ya me vi con una nariz larga, un mentón protuberante y una cara llena de arrugas! Eso sí que es alucinante”, explicó.
El actor canadiense ofreció, el viernes, una conferencia de prensa con 60 medios internacionales, en un hotel de Beverly Hills, para presentar su más reciente filme Los fantasmas de Scrooge, en el que comparte créditos con Gary Oldman, Colin Firth, Robin Wrigth Penn y que fue dirigido por Robert Zemeckis (Forrest Gump).
Llamó la atención que Carrey mostró un look en el que una abundante barba cubría un rostro subido de peso.
La explicación no tardó en llegar.
“Estoy haciendo un experimento para este Halloween. Es mi traje de noche de brujas”, comentó el actor de 47 años, y agregó que a finales de octubre la gente podrá visitar su nuevo sitio web: www.jimcarrey.com.
No obstante, y aunque Carrey no quiso confirmarlo, se ha publicado en varios medios, como la revista Variety, que Carrey subió de peso y se dejó crecer la barba para interpretar, junto a Benicio del Toro y Sean Penn, a Los tres chiflados.
Los fantasmas de Scrooge, filme que se valió de la técnica de Performance Capture (se registran los movimientos del actor con una cámara especial para después digitalizarlos), está basado en el cuento A Christmas Carol, escrito hace 166 años por el británico Charles Dickens.
“¡Fue realmente impactante! Sé que a mi familia le va a dar un ataque cardiaco cuando vea el gran parecido que tengo con mi papá! ¡Y que conste que no estoy hablando de un mal humor que se aprecia en Ebenezer Scrooge, pues sí creo que mi papá es la versión feliz del personaje! Así que ya me pude visualizar y ya sé cómo voy a estar cuando esté viejo.
“¡Ya me vi con una nariz larga, un mentón protuberante y una cara llena de arrugas! Eso sí que es alucinante”, explicó.
El actor canadiense ofreció, el viernes, una conferencia de prensa con 60 medios internacionales, en un hotel de Beverly Hills, para presentar su más reciente filme Los fantasmas de Scrooge, en el que comparte créditos con Gary Oldman, Colin Firth, Robin Wrigth Penn y que fue dirigido por Robert Zemeckis (Forrest Gump).
Llamó la atención que Carrey mostró un look en el que una abundante barba cubría un rostro subido de peso.
La explicación no tardó en llegar.
“Estoy haciendo un experimento para este Halloween. Es mi traje de noche de brujas”, comentó el actor de 47 años, y agregó que a finales de octubre la gente podrá visitar su nuevo sitio web: www.jimcarrey.com.
No obstante, y aunque Carrey no quiso confirmarlo, se ha publicado en varios medios, como la revista Variety, que Carrey subió de peso y se dejó crecer la barba para interpretar, junto a Benicio del Toro y Sean Penn, a Los tres chiflados.
Los fantasmas de Scrooge, filme que se valió de la técnica de Performance Capture (se registran los movimientos del actor con una cámara especial para después digitalizarlos), está basado en el cuento A Christmas Carol, escrito hace 166 años por el británico Charles Dickens.
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