sábado, 21 de abril de 2007

CONVERSACIÓN DE PETER WEIR CON CARREY

Pregunta.-¿Qué películas habían visto el uno del otro que los llevó a pensar que serían las personas idóneas para este proyecto?

P. Weir.-Vi un cartel de Ace Ventura en el vídeo club de mi barrio. Me impresionaron el peinado y los pájaros, era un cartel llamativo. Justo desde las primeras escenas en las que aparece Jim, me dije que estaba ante algo nuevo.

J. Carrey.-A eso llamo yo entrar con buen pie.

P.W.-Hay que tener la mente abierta mientras uno hace películas. Dos meses más tarde, me enviaron el guión de The Truman Show, y poco después el productor me preguntó si había oído hablar alguna vez de Jim Carrey. Me dijo que estaba interesado en el proyecto. No se me había ocurrido nadie que pudiese interpretar el papel. Me pareció una idea sorprendente.

J.C.-Está loco. Le gusta asumir riesgos.

P.W.-¿Y tú?

J.C.-Bueno, yo había visto todas sus películas. Siempre he admirado su trabajo. Por otro lado, para mí suponía emprender un rumbo totalmente nuevo. Pensé: "Bueno, no puedo equivocarme. Por fin me dirigirá una persona en quien confío".

P.-La idea de vivir como en una pecera debió de resultarle familiar.

J.C.-Podría establecer un paralelismo entre mi vida y la película en muchísimos sentidos. Todos llegan a un punto en el que deben distinguir entre sus propias metas y los objetivos que les han marcado los demás. Por otro lado está la relación con mi vida real. Este guión tiene muchas facetas. Es una realidad que conozco muy bien. Me iba descubriendo a mi mismo conforme lo leía.

P.W.-La cosas de las que uno se entera en las entrevistas.

J.C.-En realidad yo me refería a Peter.


PETER WEIR: "Cuando Jim me decía: `esto es excesivo, no merece la pena', yo respondía: `es sólo una película, vamos a rodarlo'"
P.-¿Cómo descubrió el lugar del rodaje, Seaside, Florida?

P.W.-Lo hizo Wendy, mi esposa, ella colecciona revistas...

J.C.-Sí, ella descubrió este lugar, surgido de la nada. Yo había pensado que sería en Nueva York, en un ambiente algo apocalíptico, y Peter se presenta con este lugar, que parece extraído de una tarjeta postal, en el quinto pino.

P.W.-La elección del pueblo hizo posible un nuevo enfoque a la historia. Se estableció la perspectiva del creador del programa de televisión, quien pretendía que todo se hiciera con elegancia. Este aspecto sin duda hacía del malo un personaje interesante y complejo. No estaba loco.

J.C.-En una ocasión Peter se presentó en mi casa con una carpeta llena de fotos y de recortes de periódicos que había recopilado para intentar explicarme su enfoque estético de la película.

P.W.-Redacté un texto que llamaba la breve historia de The Truman Show, en el que intentaba explicar cómo había surgido el proyecto del programa de televisión. Intenté crear un argumento lógico.

J.C.-De vez en cuando veías algo que te hacía pensar en Dalí. A veces se trataba de un recorte de revista en la que aparecía la foto de un niño en una playa mirando al mar. Eran imágenes que nos hacían ver las cosas de la misma manera.

P.W.-La primera vez que nos reunimos le llevé un CD de Pink Floyd y escuchamos la canción Wish You Were Here. "La película está en este tema musical", le dije. Hay que pensar en la letra. J.C.-La canción es una obra maestra.

P.W.-Pensamos utilizarla al final de la película, pero no lo hicimos. No quería dar todas las claves. De esta manera el espectador se marcha a casa con muchas cosas en la mente.

J.C.-Efectivamente, la película hace pensar. Para mí The Truman Show es un espectáculo psicológico, es sin duda emocionante, pero se desarrolla dentro de nosotros.

P.-Su protagonista es Jim Carrey, a quien relacionamos con otro tipo de diversión. ¿No habrá que informar previamente al público sobre el contenido del filme?

P.W.-No tengo ningún tipo de prejuicios sobre los actores en cuanto a sus posibilidades para el drama o la comedia... Pero si hubiésemos filmado Hamlet, estas cualidades suyas habrían sido irrelevantes.

J.C.-Yo soy Hamlet. Es el papel perfecto para mí. Todos tenemos una parte oculta, que debe ser revelada, y yo me siento agradecido de haber trabajado con Peter, quien me ha ayudado a mostrar otros aspectos de mi personalidad.


JIM CARREY: "La película tiene relación con mi vida real"
P.-¿Se puede ser admirador suyo y al mismo tiempo minusvalorar sus otras películas?

J.C.-Claro que sí. Impera la ley del mercado. La gente puede examinar las naranjas para escoger las mejores. Más tarde los espectadores darán valor al hecho de que no hice siempre el mismo tipo de películas.

P.-La mala acogida que tuvo Un loco a domicilio no le ha impedido seguir adelante.

J.C.-Me gustó Un loco a domicilio. No es bueno comer pescado todas las noches. Hay que probar otras cosas. Sería un insulto a la inteligencia del público dar por sentado que quiere ver lo mismo una y otra vez.

P.-¿Le resultó difícil interpretar este personaje?

J.C.-Mi tendencia natural es a entretener, en lugar de buscar reacciones. En ocasiones me presentaba con un montón de ideas; Weir me escuchaba y simplemente eliminaba lo que no encajaba en la película.

P.W.-A todo esto evitaba que se sintiera inhibido o que se interrumpiera el flujo de ideas. Le preguntaba si quería comentarme algo que se le hubiese ocurrido. Siempre tenía alguna sugerencia sobre ciertos aspectos de la escena que rodábamos. En otras ocasiones, a ambos se nos ocurría la misma idea.

J.C.-En mí hay cierta tendencia al protagonismo. En el rodaje, claro.

P.W.-A hacer de cada escena una unidad completa, en lugar de permitir que vayan desarrollándose en secuencia.

J.C.-A veces le pedía a Peter que hiciéramos una toma adicional, aunque por lo general dichas tomas no servían para nada. P.W.-De ninguna manera quería ser cauteloso. Cuando Jim me decía: "Esto es excesivo, no merece la pena"', yo le contestaba: "No, es sólo una película, vamos a filmarlo".

J.C.-(Imitando a un director) ¿Podría hacerlo otra vez? Pero en esta ocasión muéstrese asustado, acérquese al coche con la pistola en la mano.

P.-Ahora que ha realizado su primera película seria, ¿siente que ya no tiene límites?

J.C.-Ojalá pueda hacer de todo y expresarlo todo. Es lo máximo que puede pedir un artista. El que funcione o no desde el punto de vista comercial es otra cosa. En cualquier caso, he tenido una carrera sorprendente. Hay mucha gente que me ama, y creo que la interpretación consiste en llegar a comprender tanto la luz como las tinieblas.

No hay comentarios: