jueves, 3 de mayo de 2007

CRÍTICA A ¡OLVÍDATE DE MI!

¡Olvídate de mí!
Por Sergi Sánchez

2004 USA - DIR: Michel Gondry
INT: Elijah Wood, Jim Carrey, Kate Winslet, Kirsten Dunst, Mark Ruffalo, Tom Wilkinson


Valoración: Imprescindible

"Las intenciones de esta magistral película no quieren desorientar al espectador, o al menos no quieren desorientarlo más que al propio protagonista, un freak típicamente kaufmaniano"
Resnais se apuntó el tanto antes que nadie, porque Te amo, te amo no era más (ni menos) que una historia de amor hecha trizas que la memoria intentaba reconstruir cuando ya era tarde, demasiado tarde. Lo hizo antes que Charlie Kaufman, que en ¡Olvídate de mí! aquilata la línea de flotación de sus anteriores guiones demostrando que lo que había empezado como un ingenioso, brillante juego de muñecas rusas (Cómo ser John Malkovich) está acabando con la desesperada búsqueda que un autor emprende en el pozo sin fondo de sus sentimientos. Resnais era mucho más cerebral al retratar la angustia suicida de un romántico que perdió a su amada en el limbo de los tiempos. Kaufman (y Gondry, mucho más inspirado que en Human Nature) sabe ser más melancólico relatando, triste y desordenadamente, la relación sentimental entre dos desgraciados que borran todo lo que han vivido en sus mentes para dejar de recrearlo en sus corazones. De eso trata esta magnífica película: del amor como recreación de la memoria. Del pánico que nos entra al recordar que ya no podemos recomponer esa carta que rompimos en mil pedazos porque simplemente no nos acordamos de ella, solo somos capaces de imaginarla.

Gondry está a la altura de la sofisticación de la propuesta de Kaufman ofreciéndonos un universo paralelo de colores saturados y poesía siniestra con rimas surrealistas. Aquí no hay espacio para la extravagante caricatura de Human Nature: de hecho, a ratos parece como si Roman Polanski hubiera decidido adaptar una comedia romántica escrita por Philip K. Dick. Las intenciones de esta magistral película no quieren desorientar al espectador, o al menos no quieren desorientarlo más que al propio protagonista, un freak típicamente kaufmaniano interpretado por Jim Carrey con la mirada húmeda de quien ha perdido lo irrecuperable.

Lo que pretende ¡Olvídate de mí! es transmitirnos el caos del desamor, hacernos sentir como dos amantes que se buscan en una noche helada con una linterna que no ilumina, solo da miedo. Y en verdad lo consigue: esta es la comedia romántica más tenebrosa jamás filmada.

Para melancólicos irredentos y otros compañeros de desamor.

Lo mejor: su prodigiosa estructura.

Lo peor: que la confundan con un divertimento de listillo.

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