A veces no nos acordamos de las fechas de cumpleaños de la gente, ni de los nombres de algunas de las personas que hemos conocido, pero seguro que siempre recordarán "¡Olvídate de mí!", la segunda colaboración del guionista Charlie Kaufman y el director Michel Gondry tras "Human Nature".
Habla el guionista. Films como Confesiones de una mente peligrosa (George Clooney, 2002) o los dos títulos de culto de Spike Jonze, Cómo ser John Malkowich (1999) y Adaptation. (2002), tienen un sello muy propio, del que es responsable uno de los guionistas más personales y excéntricos de la historia del cine americano, Charlie Kaufman. Experto en desafiar las normas de Hollywood, Kaufman nos revela la complejidad de su nuevo trabajo, un film que habla sobre los recuerdos y sobre cómo estos nos determinan como personas. Y que también versa sobre una historia de amor amarga y mal resuelta, en la que el taciturno e introvertido Joel (Jim Carrey) y su ex compañera Clementine (Kate Winslet) se embarcan en un viaje por los callejones de la memoria. Así, siempre desde el punto de vista de Joel, la pareja rememora su vida en común a medida que esta se derrumba a su paso: La película es una historia de amor, cuenta Kaufman, aunque no es la típica que sigue el patrón chico encuentra a chica. En realidad, la cosa va así: chico encuentra a chica; chico se enamora de chica; chica pasa de chico; y chico se somete a un experimento científico revolucionario para eliminar permanentemente de su memoria a la chica. En resumen: se trata de una historia de amor contada al revés.
Habla el director. El encargado de llevar todo esto a la pantalla es Michel Gondry, responsable de videoclips para Björk o The White Stripes. Para recrear este loco universo mental que es el cerebro de Joel, Gondry evitó ajustes de posproducción, trabajando con los precarios efectos tecnológicos de una simple cámara: mínima iluminación, rápidos cambios de vestuario, paneles reflectantes, dobles exposiciones e incluso puertas secretas que permiten a los actores desaparecer y aparecer en el decorado fueron sus armas elegidas. Gondry lo explica: Realizar este tipo de efectos especiales tan sencillos, casi caseros, me volvió loco, porque de este modo puedes llegar a recrear las verdaderas propiedades del sueño, algo que jamás lograrías a base de efectos especiales.
Guionista y director: pasado común. Charlando con el extravagante director francés y el reservado guionista de Nueva York nos damos cuenta de que forman una pareja inusual, y las constantes bromas entre ellos nos hacen pensar que son amigos. Pero la pareja se hace trío cuando se juntan con el director Spike Jonze, colaborador habitual de Kaufman. Si bien Jonze ha disfrutado de lo mejor de Kaufman, la primera colaboración del guionista con Gondry, Human Nature, fue un fracaso, aunque supuso una estrecha colaboración entre ambos (Charlie y yo estamos en constante diálogo, asegura Gondry) y su fracaso en taquilla no acabó con su relación.
La fama de un actor. El interés de Jim Carrey por hacerse con el papel protagonista fue una magnífica noticia para los productores, pero Gondry creía que la fama del actor podía dañar al film. En un principio pensé que Carrey quizás era demasiado grande para el papel, dado que el material era delicado y era fácil cagarla. Pero su interpretación me fascinó. Tiene un control total de su actuación. Personalmente, creo que su trabajo en este film es incluso mejor que en El Show de Truman. Las expectativas de Kaufman respecto a ¡Olvídate de mí!, pues, son claras: Para mí era importante mostrar algo al mundo que pareciera real, explica. Pretendía que esta cinta estuviera llena de imperfecciones, como la vida. Y me niego a dotarla de una moral, concluye.
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